La realidad se puede cambiar y ese cambio está en nuestras manos. Las estadísticas muestran que, a pesar de ser uno de los más fáciles de prevenir, el cáncer colorrectal (CCR) causa cerca del 11% del total de muertes por tumores malignos, y ocupa el segundo lugar, después del de pulmón.
“Esto no debería ser así; en más del 80% de los casos de CCR se produce primero un crecimiento anormal de células del intestino grueso, denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años advirtió Erika Stegmayer, del programa nacional de prevención y detección de cáncer colorrectal-. Detectar esas lesiones es muy sencillo, de modo que no hay motivos para que la gente se muera por esto”.
De hecho, el programa tiene implementado un método sencillo para que personas mayores de 50 sin antecedentes familiares de CCR (grupo mayoritario de riesgo) sepan en pocos minutos si existe la lesión. “Se rastrea sangre oculta en materia fecal. En todos los CAPS entregan el test: un frasquito con un cepillito que permite tomar la muestra de materia fecal en la casa”, explicó Stegmayer. Eso se lleva al laboratorio y en un rato te dan el resultado. “No es invasivo -la muestra se toma directamente de las deposiciones, no del cuerpo- y no hay que esperar turno”, añadió.
¿Y si se da positivo?
“Que el rastrillaje dé positivo no significa cáncer; lo que se hace es buscar con una colonoscopía si existen lesiones (puede haber sangre por varios motivos). Los hospitales están equipados para ello”, resaltó Stegmayer, y destacó que el estudio se hace bajo anestesia (en 15 minutos) y el hospital provee al paciente, tenga o no obra social, todos los medicamentos.
“Si hubiera lesiones, la ventana entre su aparición y su transformación en maligna es grande. Por eso, cuanto antes se haga la consulta más eficiente es la prevención”, insistió.